El tan esperado regreso de Toronto a la cima del béisbol se esfumó de forma desgarradora la noche del sábado, cuando los Dodgers de Los Ángeles conquistaron la Serie Mundial 2025 con una dramática victoria en el Juego 7 sobre los Blue Jays.
Con los Blue Jays a solo dos outs de alcanzar la gloria —su primer título desde 1993—, el juego dio un giro espectacular. Miguel Rojas, un bateador poco utilizado en la serie, conectó un cuadrangular solitario en la novena entrada frente a Jeff Hoffman para empatar el marcador y forzar entradas extras. En la undécima, Will Smith dio el golpe final con un slider en cuenta de 2‑0 que envió a las gradas, sellando el triunfo 5‑4.
La victoria consagra a los Dodgers como campeones consecutivos, el primer equipo en lograrlo desde la racha de los Yankees a finales de los años 90. La actuación clave de Yamamoto desde el montículo, la incapacidad de Toronto para cerrar el juego y la compostura del equipo angelino fueron determinantes.
Para Toronto, la derrota es dolorosa. Lideraron en momentos clave, jugaron con garra y mostraron un potente ataque. Pero cuando llegó el último inning, no pudieron concretar. El mánager John Schneider expresó orgullo por el esfuerzo de su equipo, aunque reconoció que esta derrota dolerá.
Mientras tanto, los Dodgers continúan construyendo una dinastía. Bajo la dirección de Dave Roberts, este es su tercer título en seis años. La remontada y el desenlace heroico del Juego 7 engrandecen aún más su legado. El jonrón de Will Smith queda como una jugada histórica; la actuación de Yamamoto como MVP confirma la supremacía del pitcheo en octubre.
Los fanáticos del béisbol recordarán esta final como uno de los mejores Juego 7 en la memoria reciente: drama de postemporada, cuadrangulares memorables, entradas extras, triunfo y desilusión. Los Dodgers celebran otra vez. Los Blue Jays deberán recuperarse y volver a intentarlo.