Venus Williams hizo un regreso espectacular al tenis profesional el martes por la noche, demostrando que la edad es solo un número, y que las campeonas nunca dejan de luchar. A sus 45 años, Williams se aseguró una contundente victoria por 6-3 y 6-4 sobre Peyton Stearns, de 23 años, en el Abierto de DC, marcando su primera victoria individual en casi dos años.
Con su potente servicio de 180 km/h y una presencia en la cancha que recordó a los aficionados sus siete títulos de Grand Slam, Williams se convirtió en la segunda mujer de mayor edad en ganar un partido individual del circuito, solo por detrás de Martina Navratilova.
“Esto era más que solo jugar; se trataba de ganar”, dijo Williams, reflexionando sobre su regreso tras someterse a una cirugía de fibromas uterinos y ser catalogada como “inactiva” por la WTA.
El público rugió mientras ella lanzaba devoluciones fulminantes y se apresuraba a conseguir dejadas, un momento que reflejaba su grandeza. Incluso cuando se le escapaban los puntos de partido, Williams no se inmutó. En su sexto intento, selló el triunfo con un ace emblemático que derribó a la casa.
“Quería jugar un buen partido”, dijo radiante a los aficionados. “Y ganar el partido”.
Misión cumplida. Venus ha vuelto, y aún no ha terminado.
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