La esperada secuela de ciencia ficción de Disney, Tron: Ares, se estrenó este fin de semana en el número 1 de la taquilla estadounidense, recaudando aproximadamente 33,5 millones de dólares en taquilla. Si bien lideró la lista, la cifra no cumple con las expectativas asociadas a su enorme escala y legado. Ambientada 15 años después de Tron: Legacy, la película está protagonizada por Jared Leto, Greta Lee y Jeff Bridges, entre otros, y lleva al límite sus ambiciones visuales para traer realidades digitales al mundo físico.
A pesar del gran atractivo estético y el interés de los fans, el abultado presupuesto estimado de la película (alrededor de 180 millones de dólares) pone en duda su rentabilidad, basándose únicamente en su estreno en Estados Unidos. La crítica ha aplaudido a Ares por sus impresionantes efectos visuales y su ambicioso diseño, pero muchos también criticaron su narrativa por superficial y excesivamente nostálgica. Con una recaudación mundial estimada hasta el momento cercana a los 60,5 millones de dólares, la película enfrenta un arduo camino para recuperar costos y justificar una mayor inversión en la franquicia.
Aun así, tanto para los fans de Disney como de Tron, esto es solo el comienzo. El rendimiento de Ares en las próximas semanas, y a nivel internacional, podría definir si este resurgimiento es una chispa o un fracaso.
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