Tom Wilson no necesitaba una hoja de estadísticas para saber que había dejado huella en el segundo partido. El extremo de los Washington Capitals estuvo en todas partes en la victoria del jueves por la noche por 3-1 sobre los Carolina Hurricanes: taponando tiros, generando ofensiva y marcando el ritmo con una intensidad que ayudó a igualar la serie.
Aunque oficialmente solo se le atribuyeron dos tapones, la intrépida zambullida de Wilson en el primer periodo para negarle a Jordan Staal una gran oportunidad de gol pudo haber cambiado el ritmo al principio. “Hace todo bien”, dijo el portero Logan Thompson, quien realizó 27 atajadas. “Todo el estadio se basó en eso”.
El juego completo de Wilson se extendió al marcador. Habilitó el potente disparo de John Carlson al principio del tercer cuarto, rompiendo la perfecta eliminación de penaltis de Carolina en postemporada. Más tarde, clavó el gol a puerta vacía, sellando una victoria de recuperación muy necesaria.
Tras un primer partido mediocre, Wilson lideró con el ejemplo. Retó a sus compañeros, consultó a los entrenadores y se aseguró de que el esfuerzo del equipo no fallara de nuevo. “Quieres que el jugador a tu lado se presente y lo dé todo”, dijo Wilson. “Y esta noche, todos lo hicimos”.
Con el tercer partido a la vuelta de la esquina en Raleigh, el liderazgo de Wilson seguirá siendo vital. Si los Capitals aspiran a avanzar, necesitarán más de la tenacidad que su capitán suplente demostró en el hielo en el segundo partido.
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