Con “Saturday Night Live” acercándose al final de su histórica temporada número 50, el regreso de Quinta Brunson a Studio 8H le proporcionó a este clásico del late night un impulso de energía muy necesario. Arrancando con un monólogo musical que contó con las apariciones sorpresa de Sabrina Carpenter y Dwyane Wade, Brunson aportó humor, carisma y una presencia escénica innegable a cada sketch.
Aunque algunos fragmentos en vivo adolecieron de una escritura demasiado convencional, la entrega total de Brunson hizo que incluso las premisas más débiles destacaran. Su química con el elenco, especialmente con el veterano Kenan Thompson, fue innegable, sobre todo en uno de los mejores sketches pregrabados de la noche, donde ambos interpretaron a personas mayores que revelaban su nuevo y atrevido trabajo secundario inspirado en OnlyFans.
Otro momento destacado fue el falso anuncio “Forever 31”, que se burlaba de la incómoda evolución de la moda después de los 20. Las elecciones de vestuario, dolorosamente identificables, hicieron que los espectadores aullaran de alegría.
En Weekend Update, el dúo favorito de los fans, Sarah Sherman y Bowen Yang, se robaron el protagonismo como unos sórdidos habitantes de los suburbios que se deshacían en elogios a Applebee’s. Su química desenfrenada y su beso espontáneo en pantalla resultaron ser el punto culminante de la noche.
Con solo dos episodios restantes, el regreso de Brunson reafirmó por qué es una de las voces cómicas más frescas de la industria. “SNL” regresa el 11 de mayo con Walton Goggins y Arcade Fire.
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