Después de años interpretando al intrépido piloto Poe Dameron en la trilogía secuela de Star Wars, Oscar Isaac sugiere un regreso poco común, pero bajo condiciones profundamente éticas. El actor declaró recientemente a GQ que está abierto a volver al universo de Star Wars, aunque actualmente tiene serias reservas sobre trabajar con Disney a menos que la compañía demuestre que puede asumir su responsabilidad con integridad. En sus palabras: solo consideraría retomar el papel si Disney “no sucumbe al fascismo”.
Sus declaraciones surgen en un momento especialmente delicado para la empresa. The Walt Disney Company y su subsidiaria ABC enfrentaron recientemente críticas tras suspender temporalmente el programa de Jimmy Kimmel luego de un monólogo con carga política, una decisión que desató un debate más amplio sobre la censura, la presión corporativa y la libertad de expresión en Hollywood. Aunque la suspensión fue revertida, el daño reputacional ya estaba hecho. Las palabras de Isaac sugieren que los artistas cada vez ven a los grandes estudios no solo desde una perspectiva creativa o contractual, sino también ética y sociopolítica.
Este cambio de postura marca distancia con sus comentarios anteriores, en los que bromeaba diciendo que solo volvería a Star Wars si “necesitaba otra casa”. Ahora, plantea su regreso como algo que depende de factores mucho más profundos que un guion o un cheque: el rumbo moral de la empresa. Aunque no cierra por completo la puerta a volver a ser Poe, deja claro que la decisión depende enteramente de Disney.
Para una franquicia como Star Wars, que ha equilibrado el espectáculo visual con narrativas míticas durante décadas, las palabras de Isaac podrían tener peso. Su personaje fue muy popular, y su posible regreso atraería atención. Pero su exigencia es clara: antes que la historia, importa la ética del estudio.
Mientras las conversaciones ocurren entre bastidores, tanto los fanáticos como los observadores de la industria estarán atentos, no solo a quién regresa a una galaxia muy, muy lejana, sino en qué condiciones y bajo qué clima de responsabilidad corporativa.