Tras casi una década juntos, Katy Perry y Orlando Bloom han puesto fin oficialmente a su relación. Fuentes citan una creciente distancia emocional y crecientes presiones personales.
Según fuentes cercanas, el romance de la pareja se había deteriorado discretamente durante el último año. Se dice que los recientes obstáculos profesionales de Perry —incluyendo reacciones encontradas a su álbum 143, críticas a su proyecto de turismo espacial y la reacción negativa tras su salida de American Idol— contribuyeron a aumentar la tensión. Si bien Bloom inicialmente la apoyó, fuentes afirman que con el tiempo se “cansó” de ser el ancla emocional.
Su relación, descrita por una fuente como “muy tensa”, se había vuelto “tóxica” en sus últimos meses. Con Bloom enfrentando su propia crisis creativa y Perry bajo un intenso escrutinio, la pareja comenzó a vivir por separado y a comunicarse con menos frecuencia. Un momento particularmente polémico se produjo cuando Bloom supuestamente desaprobó el vuelo espacial de Perry con Blue Origin, considerándolo una distracción inoportuna.
El 3 de julio, la pareja confirmó su separación mediante un comunicado conjunto, enfatizando su compromiso compartido de criar juntos a su hija, Daisy Dove Bloom.
Mientras Perry continúa su gira y Bloom aparece en solitario en eventos públicos, se dice que ambos se centran en su sanación personal y en asegurar que su hija siga siendo su principal prioridad.
—
Crédito de la foto: Tinseltown / Shutterstock.com