Nicolas Cage ha luchado contra cazadores de tesoros, fantasmas e incluso animatrónicos asesinos, pero nada lo ha derribado tanto como el surf. En su nuevo thriller psicológico, The Surfer, ahora en cines, Cage interpreta a un hombre atormentado no solo por los acosadores de la playa, sino también por sus propias y esquivas ambiciones surferas.
A pesar del título de la película y su soleada ambientación australiana, The Surfer pasa más tiempo en la mente en crisis de Cage que en el agua. Esa no era la esperanza original del actor. Cage dice que soñaba con recrear la majestuosidad cinematográfica de Big Wednesday, pero el tiempo, el clima e incluso los tiburones conspiraron contra él.
“Lo intenté. De verdad que lo intenté”, declaró Cage a Entertainment Weekly, recordando las caídas y las corrientes de resaca que plagaron sus clases de surf. “No consiguieron una sola toma mía de pie sobre la tabla”, bromeó.
Aun así, Cage no se rinde y busca esa ola soñada. Aunque El Surfista mantiene a su personaje fuera de la alineación, Cage considera que su verdadera aventura surfera está inconclusa. “El objetivo”, dice, “es retirarme, surfear, beber vino tinto y comer espaguetis”.
Resulta que el papel más alocado de Cage podría ser uno que refleje sus propios sueños incumplidos.
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Crédito de la foto: lev radin / Shutterstock.com