El esperado estreno de la quinta temporada de Stranger Things reunió a dos de sus protagonistas más destacados en circunstancias inesperadamente cordiales. Millie Bobby Brown y David Harbour caminaron juntos por la alfombra roja en Los Ángeles el 6 de noviembre de 2025, compartiendo risas, abrazos y una aparente buena sintonía. Su interacción pública contrastó con los informes previos de conflicto entre ellos.
Brown, quien interpreta a Eleven en la exitosa serie de Netflix, presentó anteriormente una queja formal contra su coprotagonista Harbour, acusándolo de acoso e intimidación en el set. La queja habría desencadenado una investigación interna que duró varios meses, cuyos detalles no se han hecho públicos. Harbour, quien da vida a Jim Hopper —una figura paterna para el personaje de Brown— también se ha mantenido alejado de las recientes giras promocionales de la serie, alimentando aún más la especulación sobre una posible ruptura entre ambos.
La reunión en la alfombra roja ha suscitado preguntas: ¿es una señal de reconciliación o simplemente una aparición profesional para mantener el impulso publicitario de la serie? Aunque la ausencia de Harbour en algunos eventos promocionales y la queja de Brown sugieren tensiones persistentes, su aparición conjunta transmite al menos una imagen de unidad.
Para los protagonistas de Stranger Things, que ya se acerca a su capítulo final, la presentación lo es todo. Actuar como un elenco unido en el estreno ayuda a mantener la confianza de los fans y el interés mediático mientras la serie entra en su recta final. Si la armonía mostrada en público se refleja o no en el ámbito privado sigue siendo una incógnita. Lo que sí está claro es que ambos actores comprenden la importancia de este momento: para la serie, para sus carreras y para el legado compartido que dejarán.
A medida que la serie avanza hacia su conclusión, tanto los espectadores como los observadores de la industria estarán atentos no solo a los personajes en pantalla, sino también a las dinámicas detrás de cámaras. Por ahora, la amistosa aparición de Brown y Harbour ofrece un respiro, pero las preguntas sobre lo que ocurre tras bastidores continúan abiertas.