Jada Pinkett Smith enfrenta graves acusaciones en una demanda de 3 millones de dólares presentada por Bilaal Salaam, un hombre que se identifica como exconfidente y colaborador de su esposo, Will Smith. La demanda, presentada en Los Ángeles, acusa a Jada de emitir amenazas violentas e intentar silenciar a Salaam mientras él se preparaba para compartir detalles personales sobre la familia Smith.
Según los documentos judiciales, el supuesto enfrentamiento ocurrió durante una celebración privada para Will Smith en septiembre de 2021. Salaam afirma que Jada, acompañada por varios asociados, lo abordó en el vestíbulo de un hotel y le advirtió que “recibiría una bala” o que “desaparecería” si continuaba revelando información personal sobre ella. Supuestamente le exigió que firmara un acuerdo de confidencialidad en ese momento. Al negarse, uno de sus acompañantes lo habría seguido hasta su auto, lanzando más amenazas.
El conflicto habría escalado después del infame incidente de los Premios Oscar 2022, cuando Will Smith abofeteó a Chris Rock en el escenario. Salaam sostiene que se negó a ayudar a manejar la crisis derivada de ese escándalo, alegando objeciones éticas. Poco después, afirma haber sido blanco de una campaña para desacreditarlo, lo que relaciona con su decisión de escribir unas memorias sobre su tiempo con los Smith.
En la demanda, Salaam exige al menos 3 millones de dólares en concepto de daños por angustia emocional, daño a su reputación y perjuicios a su salud mental y física. También solicita una retractación pública de lo que califica como declaraciones difamatorias, incluyendo acusaciones anteriores de que habría intentado extorsionar a los Smith.
Jada ha calificado anteriormente reclamos similares como infundados y absurdos. Sin embargo, si este caso avanza, podría afectar gravemente su imagen pública y generar un debate más amplio sobre las dinámicas de poder entre celebridades, la lealtad y los límites legales cuando la vida privada se convierte en espectáculo público.