Patrick Mahomes ha construido su carrera sobre la calma bajo presión y la brillantez en los momentos importantes. El lunes por la noche contra Washington, ofreció ambas cosas, aunque no en el orden que cualquiera esperaría.
Los Kansas City Chiefs comenzaron el partido con dos intercepciones consecutivas de Mahomes, un hecho sin precedentes en la carrera del dos veces MVP. Parecía que sería una noche complicada. Pero luego llegó la segunda mitad.
Mahomes encontró su ritmo, sus receptores encontraron espacios y los Chiefs encontraron la zona de anotación tres veces seguidas. El resultado: una victoria contundente de 28-7 sobre unos Washington Commanders debilitados por la ausencia de su mariscal de campo titular, Jayden Daniels.
La diferencia entre ambas mitades no pudo ser más clara. Mahomes luchó al inicio, completando poco más de la mitad de sus lanzamientos sin touchdowns y con un índice de pasador de 31.7. En la segunda mitad, estuvo casi perfecto, con un 89.5% de pases completos, tres anotaciones y un índice de 152.3.
El punto de inflexión fue una arriesgada jugada en cuarta oportunidad desde la yarda 2, en la que el entrenador Andy Reid confió en Mahomes para resolver. Y así fue, con un pase preciso de dos yardas a Kareem Hunt. Desde ese momento, Kansas City no miró atrás.
Travis Kelce y Rashee Rice también anotaron mientras la ofensiva de los Chiefs entraba en ritmo. Su defensa mantuvo en silencio a Washington, asegurando la quinta victoria en seis partidos y la quinta por margen de dos dígitos en la temporada.
Con figuras como Kelce, Rice, Xavier Worthy y Marquise Brown todos en buen estado físico, los Chiefs parecen estar alcanzando su mejor nivel en el momento justo. Y eso es fundamental, porque se avecina un calendario complicado. Un enfrentamiento en la Semana 9 contra Buffalo da inicio a una racha desafiante que incluye partidos ante los líderes divisionales Denver Broncos y los ascendentes Indianapolis Colts.
Si el desempeño en la segunda mitad del lunes es indicativo, Kansas City está listo para enfrentar a cualquier rival. Los Chiefs no solo se recuperaron; avanzaron con fuerza.