Mientras los Pittsburgh Steelers se preparan para su único partido de pretemporada en casa de 2025 contra los Buccaneers, el entrenador en jefe Mike Tomlin se aferra a una estrategia familiar: dar descanso a titulares clave, incluyendo al mariscal de campo Aaron Rodgers. En cambio, el equipo optó por los entrenamientos conjuntos para perfeccionar sus habilidades y evaluar la profundidad, mientras que Tomlin enfatizó la consistencia en su estrategia de la Semana 1.
En el campo, la ofensiva se mostró impecable al principio, pero perdió impulso a medida que avanzaban los entrenamientos, una señal de que aún se necesita trabajar en la cohesión antes de la temporada regular. El ala cerrada Pat Freiermuth calificó la sesión de “sólida”, elogiando la competitividad y la intensidad, pero reconociendo que hay margen de mejora, especialmente en el ejercicio de dos minutos.
Desde la banda, el mariscal de campo Rodgers ofreció un liderazgo valioso y planteó desafíos a su cuerpo de receptores, especialmente a DKMetcalf, durante los ejercicios y las sesiones informales de entrenamiento.
Tomlin considera estos entrenamientos tan valiosos como los propios partidos, citando la exposición a defensas desconocidas y nuevas formaciones que agudizan la preparación. Mientras los aficionados esperan el inicio del partido, los Steelers aprovechan los entrenamientos —mejorando la técnica, mejorando la química y dando a los reservas repeticiones significativas— para sentar las bases que necesitarán cuando arranque la temporada regular.
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