Los San Antonio Spurs lograron una victoria trabajada por 135–132 sobre los New Orleans Pelicans, escapando de un nuevo derrumbe tras el medio tiempo. Después de construir una ventaja de 20 puntos en la primera mitad, los Spurs colapsaron en el tercer cuarto al permitir 45 puntos, transformando lo que parecía una victoria cómoda en un final de infarto.
Pero gracias a una actuación decisiva desde el banco del novato Dylan Harper, el equipo tejano se mantuvo firme. Harper, que venía de un partido discreto, respondió con 22 puntos, su mayor marca personal. Con 9.1 segundos en el reloj, penetró la defensa para anotar la canasta ganadora y luego sentenció el encuentro desde la línea de tiros libres.
En el lado de los Pelicans, el novato Derik Queen ofreció una actuación estelar con un triple-doble de 33 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias, además de 4 bloqueos. Su dominio en el tercer cuarto, impulsado por tiros certeros y poder en la pintura, puso a los visitantes por delante de cara al cierre.
A pesar de las inconsistencias, los Spurs contaron con suficiente poder ofensivo —gracias al trío de escoltas, aportes desde el banco como Julian Champagnie y Kelly Olynyk, y los 24 puntos de Harrison Barnes— para evitar la derrota. También volvió Stephon Castle, que sumó 18 puntos en su regreso.
Con esta victoria, San Antonio mejora su récord a 16–7 y se mantiene invicto (10–0) contra equipos con marca negativa. No obstante, el equipo sigue mostrando problemas de concentración tras el descanso, una tendencia peligrosa si aspiran a competir en lo más alto.
El siguiente reto será frente a los Lakers en Los Ángeles, con la posible reaparición de Victor Wembanyama.