En un partido que dependía de un elevado fallido, los Kansas City Royals lograron una dramática victoria por 4-3 contra los Chicago White Sox el martes por la noche en el Kauffman Stadium.
Abajo por una entrada en la novena, el jardinero de los Royals, Drew Waters, conectó un elevado de rutina al segunda base Chase Meidroth, quien lo dejó caer y luego lo vio rebotar en su cabeza hacia la zona baja del jardín derecho. Un tiro errado le siguió, y de repente los Royals cobraron vida.
A partir de ahí, el caos se convirtió en confianza. La base por bolas de Mark Canha al abrir la entrada encendió la mecha. Freddy Fermín siguió con un sencillo de toque para llenar las bases, y Jonathan India conectó un jonrón del empate por el centro. Luego llegó Bobby Witt Jr., quien selló la remontada con un sencillo profundo al central, provocando el frenesí de los Royals y sus aficionados.
“Todos los demás hicieron su trabajo, así que yo necesitaba hacer el mío”, dijo Witt después de la victoria, la cuarta consecutiva de Kansas City y la decimotercera en 15 juegos. Aunque el error encabece la lista de momentos destacados, la resiliencia de los Royals demostró una vez más que juegan con propósito y fe esta temporada.
Ganar en el béisbol no siempre es bonito. El martes fue inolvidable.
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