En una decisión sorpresiva, apenas unos días después de una sólida racha en los playoffs, los New York Knicks se despidieron del entrenador Tom Thibodeau. El despido se produce a pesar de que Thibodeau lideró al equipo a temporadas consecutivas de 50 victorias y a su primera participación en las Finales de la Conferencia Este en 25 años.
El presidente del equipo, Leon Rose, citó las aspiraciones al campeonato como la fuerza impulsora de la decisión. “Nuestra organización está centrada exclusivamente en ganar un campeonato”, declaró Rose. “Tom siempre será parte de la familia Knicks, pero estamos avanzando en una nueva dirección”.
El mandato de Thibodeau marcó la racha más exitosa de los Knicks en décadas. Superó a Pat Riley en victorias históricas de la franquicia esta temporada y su contrato se extendió el verano pasado. Aun así, la agresiva reestructuración de la plantilla del equipo, que incluyó los traspasos de Mikal Bridges y Karl-Anthony Towns, cambió las expectativas.
A pesar de que Jalen Brunson apoyó públicamente a Thibodeau tras la derrota del sexto partido contra Indiana, la directiva optó por un reajuste. Conocido por su estilo intenso y su uso intensivo de titulares, el enfoque de Thibodeau podría haber chocado con las normas cambiantes de la liga en cuanto a descanso y rotación.
Con una plantilla renovada y el impulso de su lado, los Knicks apuestan a que una nueva voz los catapulte de aspirantes a campeones, incluso si eso significa despedir a uno de sus entrenadores más destacados.
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