En un movimiento audaz, los New York Knicks han presentado oficialmente una protesta ante la NBA por su reciente derrota por 105-103 a manos de los Houston Rockets. Esta decisión, tomada el martes por la noche, surge de una polémica falta sancionada por Jalen Brunson de los Knicks contra Aaron Holiday de los Rockets en los momentos finales cruciales del partido del lunes por la noche. Según las fuentes, la protesta de los Knicks se basa tanto en el Informe de los últimos dos minutos de la NBA como en las declaraciones del jefe del equipo de juego, Ed Malloy, reconociendo la inexactitud de la falta que llevó a los tiros libres ganadores del juego de Holiday.
Dado que los Knicks y los Rockets no están programados para enfrentarse nuevamente esta temporada, la apelación de Nueva York apunta a iniciar tiempo extra para resolver el empate o buscar un método alternativo para compensar la derrota. Sin embargo, los criterios de la NBA para el éxito de una protesta requieren prueba de la mala aplicación de una regla en lugar de simplemente una llamada perdida, lo que establece un listón alto para la queja de los Knicks.
En medio de una racha de tres derrotas consecutivas y plagados de lesiones, los Knicks, actualmente cuartos en la Conferencia Este con un récord de 33-21, anticipan con ansias el próximo receso por el Juego de Estrellas. Los precedentes históricos para las aprobaciones de protestas de la NBA son raros, con sólo seis casos registrados, el último fue en 2007, involucrando un error en el conteo de las faltas de Shaquille O’Neal en un juego entre el Miami Heat y los Atlanta Hawks.
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