En un conmovedor homenaje a su fallecido entrenador asistente Dejan Milojević, los Golden State Warriors salieron victoriosos contra los Atlanta Hawks, superando el inmenso peso emocional de su primer partido desde el fallecimiento de Milojević. El entrenador Steve Kerr, ante una situación incomparable, animó a su equipo a sumergirse en el juego, sentimiento que resonó profundamente en los jugadores.
La velada en el Chase Center fue un sincero homenaje a Milojević, con los jugadores de los Warriors y los Hawks vistiendo camisetas con la inscripción “Brate”, que significa “hermano” en serbio, y adornadas con las iniciales de Milojević. Este logotipo especial, que simboliza su profundo respeto y camaradería, también aparecerá en las camisetas de los Warriors durante el resto de la temporada.
En un movimiento poco convencional pero conmovedor, Kerr instó al público a dar una ovación a Milojević, un sonido que esperaba llegara al entrenador en el cielo. Sonó el himno nacional serbio, añadiendo un toque conmovedor al homenaje. Dario Saric, un ex yugoslavo, recordó la influencia fraternal de Milojević y su motivación por alcanzar la excelencia.
Antes del partido, los jugadores de los Warriors colocaron sus camisetas homenaje en el asiento de Milojević, un gesto de recuerdo y respeto. Su familia, presente en el partido, recibió un ramo de rosas blancas, símbolo de pureza y recuerdo. Klay Thompson compartió un momento personal con el hijo de Milojević, expresando su gratitud por los recuerdos compartidos y por la familia de Milojević.
Cuando comenzó el partido, se derramaron lágrimas, pero los Warriors encontraron consuelo en el deporte que amaban, jugando con una pasión que habría enorgullecido a Milojević. En este momento de tristeza y reflexión, el equipo no sólo conmemoró a su amado entrenador sino que también encontró una manera de canalizar su dolor en una fuerza poderosa y unificadora en la cancha.
—
Crédito de la foto: Zero99 / Shutterstock.com