En un giro que sacude la televisión nocturna, ABC suspendió Jimmy Kimmel Live! de manera indefinida tras los comentarios que Kimmel hizo sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk. ¿La reacción? Una oleada de apoyo feroz y críticas desde todos los rincones de Hollywood.
Durante su monólogo del lunes por la noche, Kimmel acusó a figuras MAGA de intentar distanciarse del tirador, calificando la actitud como un nuevo punto bajo. “Están desesperados por caracterizar a este chico que asesinó a Charlie Kirk como alguien que no es de los suyos”, dijo, acusando a los seguidores de Trump de politizar la tragedia.
La respuesta de ABC fue rápida — y severa. La cadena retiró el programa, lo que desató una respuesta masiva de celebridades e internautas.
David Letterman no se guardó nada en el Festival The Atlantic, calificando la decisión de “medios controlados” y sugiriendo que fue parte de una tendencia preocupante. “No puedes despedir a alguien por miedo o por intentar complacer a una administración autoritaria”, declaró. También reveló que le escribió a Kimmel para animarlo, diciendo que estaba “en cama, recuperándose”.
Damon Lindelof, productor de Lost en ABC, declaró que no volverá a trabajar con Disney si no se revierte la suspensión. Ben Stiller fue claro: “Esto no está bien”. Y Wanda Sykes, quien estaba programada para aparecer esa noche, acusó a Trump de acabar con la libertad de expresión.
Otros como Paul Scheer, Jean Smart, Sophia Bush, Rosie O’Donnell y Kathy Griffin calificaron la cancelación como un ataque directo a la Primera Enmienda. Alex Edelman lo llamó “la verdadera cultura de la cancelación que tanto critican”, mientras que Christie Brinkley advirtió que los comediantes como Kimmel “son tan importantes como el aire que respiramos”.
Curiosamente, incluso Adam Carolla, viejo amigo de Kimmel y figura conservadora, expresó su desacuerdo con la participación del gobierno, demostrando que la preocupación por la censura atraviesa ideologías.
Todo esto sucede bajo la sombra de una publicación anterior de Trump en Truth Social, en la que se burlaba de Kimmel y predecía su salida del aire tras la cancelación del show de Stephen Colbert.
Mientras el mundo del entretenimiento cierra filas en torno a Kimmel, el conflicto parece ir más allá de un solo hombre o programa — se trata del futuro mismo de la comedia nocturna en una América cada vez más polarizada.