Kristin Chenoweth regresa a Broadway — y abre un nuevo capítulo

Kristin Chenoweth está de vuelta en el centro de atención con un nuevo capítulo. Tras alcanzar la fama como la Glinda original en Wicked, reaparece en Broadway con una producción que le exige mostrar un lado completamente distinto. En una entrevista sincera, nos guía a través del viaje y lo que el público debería (y no debería) esperar.

Han pasado casi diez años desde que Chenoweth lideró un gran espectáculo en Broadway, y su regreso es con The Queen of Versailles, un musical inspirado en la historia real de Jackie Siegel y la ambiciosa mansión que intentó construir con su esposo. En lugar de apoyarse en el personaje familiar de Glinda, Chenoweth se lanza a un papel más oscuro, complejo y claramente fuera de su zona de confort. “No esperen Wicked”, advirtió, “esto es muy distinto”.

Esa distinción es clave. Tras construir su carrera sobre el optimismo luminoso de Glinda, Chenoweth reconoce que esta nueva narrativa exige algo más profundo. Es una historia cruda sobre el exceso, la vulnerabilidad y la reinvención. Bajo la dirección de su colaborador de siempre, Stephen Schwartz, se adentra en un nuevo territorio creativo —aunque sin olvidar sus raíces teatrales.

La conexión con Wicked sigue viva: Chenoweth tuvo un cameo en la primera adaptación cinematográfica del musical, y muchos fanáticos especulan sobre su participación en la secuela Wicked: For Good. Pero como ella misma enfatiza, su enfoque actual no es la nostalgia, sino el crecimiento.

Fuera del escenario, Chenoweth también está muy activa. Apoya y asesora a jóvenes artistas, dirige un campamento de formación para actores y habla abiertamente sobre sus desafíos de salud, incluyendo la enfermedad de Menière, que ha afectado su equilibrio y audición. Su rutina de bienestar y belleza también ha evolucionado —menos enfocada en los brillos de Broadway, más centrada en la resiliencia y la autenticidad.

En resumen, esta etapa es intencional. No le interesa quedarse en el pasado. Está ofreciendo una nueva voz, una nueva historia, y nos invita a seguirla en este viaje. Las luces del escenario pueden ser las de siempre, pero el espectáculo es distinto —y para Kristin Chenoweth, eso es lo más emocionante.