Kristen Stewart suena la alarma sobre la desigualdad de género en Hollywood

En el Almuerzo de Mujeres de la Academia en Los Ángeles, Kristen Stewart pronunció un poderoso discurso principal que puso al descubierto las persistentes desigualdades de género que aún afectan a Hollywood. No se anduvo con rodeos. “Nuestro negocio está en estado de emergencia”, declaró, dirigiendo un foco implacable a las estructuras de la industria cinematográfica que continúan sofocando las voces femeninas.

Stewart señaló que, incluso después del movimiento #MeToo que abrió conversaciones sobre acoso y representación, las cifras actuales son desalentadoras. Según informes recientes, solo alrededor del 16 % de las películas más taquilleras de 2024 en Estados Unidos fueron dirigidas por mujeres. Esa cifra no está mejorando —está retrocediendo— lo que significa que las historias creadas por y para mujeres siguen estando dramáticamente subrepresentadas.

Describió un problema más profundo que el simple acceso desigual o la brecha salarial. Stewart habló de lo que llamó “la violencia de silenciar”: esa presión invisible que obliga a las mujeres a adaptarse, a suavizar sus historias, a ocultar su enojo. Lamentó que, cuando una mujer finalmente rompe esa barrera, su logro a menudo se presenta como un símbolo aislado en lugar de un cambio estructural. Su mensaje fue claro: que te inviten al juego no es lo mismo que tener poder.

La actriz y directora también compartió su experiencia personal al dirigir The Chronology of Water, una adaptación de las memorias de Lidia Yuknavitch, enfrentándose a temas como el cuerpo, la voz y la recuperación de identidad. Señaló que los proyectos que se desvían de los tropos seguros y familiares —especialmente aquellos que muestran la vida interior de las mujeres de forma cruda o incómoda— siguen enfrentando enormes obstáculos. “Cuando el contenido es demasiado oscuro, demasiado tabú, la franqueza… provoca rechazo y repulsión”, dijo.

Pero el discurso de Stewart no fue solo crítica; también fue un llamado a la acción. Rechacen el tokenismo, instó. No se conformen con migajas. En su lugar, construyan su propia mesa. Impriman su propia moneda. Apóyense entre sí. Den mentoría. Amplifiquen. En una sala repleta de mujeres líderes del cine, el ambiente pasó de la frustración a la determinación.

Hollywood puede jactarse de logros pasados —éxitos dirigidos por mujeres, campañas inclusivas, mensajes progresistas— pero Stewart advirtió que ese brillo superficial oculta una erosión profunda de oportunidades. Este momento exige más que buena prensa. Exige acción, infraestructura, inversión y una reescritura total del sistema.

Para las mujeres del cine, ya no se trata de esperar su turno. La industria puede ofrecer el micrófono, pero les corresponde a ellas tomar el escenario, amplificarse mutuamente y no dejar que la conversación vuelva a ser cómoda jamás.