Casi nueve años después de que Kim Kardashian fuera retenida a punta de pistola en un hotel de París, el juicio de alto perfil contra diez presuntos conspiradores detrás del robo de joyas de 9 millones de dólares finalmente está a punto de comenzar. Apodados los “abuelos ladrones” por los medios franceses debido a su avanzada edad, el grupo está acusado de orquestar el descarado crimen de 2016 que conmocionó al mundo.
El robo ocurrió en el discreto Hôtel de Pourtalès, donde hombres enmascarados con falsos uniformes de policía sujetaron al conserje y ataron a Kardashian antes de huir con sus objetos de valor. Kardashian, que entonces tenía 35 años, describió la experiencia como el momento más aterrador de su vida, creyendo que podría ser violada o asesinada.
Kardashian, que ahora tiene 43 años, tiene previsto declarar el 13 de mayo. Su abogado dijo que agradece el respeto con el que las autoridades francesas han manejado el caso y se reserva el derecho de hacer más comentarios hasta su comparecencia ante el tribunal.
Entre los acusados se encuentra Aomar Ait Khedache, de 69 años, presunto cabecilla y hermano de un ex chófer, acusado de dar el soplo a la banda. Uno de los sospechosos, Yunice Abbas, incluso ha escrito unas memorias sobre el crimen.
Aunque ha pasado el tiempo, el impacto de aquella noche aún perdura en Kardashian, quien ahora viaja con seguridad las 24 horas. El juicio, que se desarrolla en París sin cámaras, podría finalmente poner fin a uno de los crímenes más infames de la cultura de las celebridades.
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