Keira Knightley revela sus primeros años en Hollywood y ofrece una reflexión sincera sobre los desafíos de crecer bajo el ojo público. La estrella de Orgullo y prejuicio, que ahora tiene 39 años, compartió en una entrevista con The Times sus experiencias con la incesante especulación de los medios sobre su peso, los efectos dañinos de la humillación pública y sus esfuerzos por encontrar consuelo y autocomprensión en medio de todo eso.
El peso de la fama y el escrutinio público
Knightley contó cómo, en el apogeo de su carrera temprana, circularon rumores sobre su salud, acusándola específicamente de tener un trastorno alimentario. Si bien sabía que las afirmaciones eran falsas, la actriz admitió haber bloqueado gran parte de ese tiempo en lo que describió como una respuesta de “trauma clásico”.
“Ha habido un borrado completo”, dijo Knightley, aunque ciertos recuerdos resurgen de manera visceral y física. “Es humillación pública, ¿no? Obviamente es parte de mi psique, dada lo joven que era cuando sucedió”.
Un llamado a la empatía en los medios
Knightley también recordó un recuerdo inquietante que subrayó la falta de compasión de los medios hacia quienes luchan con problemas de salud mental y trastornos alimentarios. Hizo referencia al trato público que recibió Mary-Kate Olsen en 2004 cuando la actriz buscó tratamiento para la anorexia.
“Recuerdo que me preguntaron sobre eso en una gira de prensa, como si fuera una broma”, dijo, expresando su incredulidad ante la normalización de tal crueldad. “Se suponía que debía avergonzarla por buscar ayuda. Todavía no puedo soportarlo”.
Desafíos de salud mental y recuperación
Knightley reveló que a los 22 años, la incesante presión de la fama culminó en una crisis mental, que la llevó a un diagnóstico de trastorno de estrés postraumático (TEPT). La terapia se convirtió en un punto de inflexión en su vida, ayudándola a procesar el intenso escrutinio que soportó.
“[Mi terapeuta] dijo: ‘Es increíble. Normalmente vengo aquí y me encuentro con gente que piensa que la gente habla de ellos y que los están siguiendo, pero en realidad no es así. ¡Eres la primera persona a la que le pasa eso!'”
Rompiendo con los estereotipos de Hollywood
En su búsqueda por redefinir su carrera y su autoimagen, Knightley reflexionó sobre su experiencia en éxitos de taquilla como Piratas del Caribe. Si bien las películas le dieron reconocimiento internacional, luchó contra la cosificación de su personaje, Elizabeth Swann.
“Me sentí muy limitada. Me sentí muy atrapada”, dijo, describiendo sus primeros papeles como moldeados por las expectativas sociales de belleza y deseo. “Los papeles posteriores se trataban de intentar romper con eso”.
Un mensaje de esperanza y apoyo
La historia de Keira Knightley es un poderoso recordatorio del costo que puede tener la fama, especialmente en las estrellas jóvenes. Su viaje destaca la importancia de la empatía y la comprensión para quienes atraviesan problemas de salud mental.
Para quienes padecen trastornos alimentarios, hay ayuda disponible en NationalEatingDisorders.org. Cualquier persona que necesite apoyo en materia de salud mental puede enviar un mensaje de texto con la palabra “STRENGTH” a la línea de mensajes de texto para crisis al 741-741 para comunicarse con un consejero.
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Crédito de la foto: SD Mack / Shutterstock.com