Kate Winslet ha sido una de las actrices más celebradas de Hollywood durante décadas, pero su camino hacia la cima no ha estado exento de desafíos. En una entrevista sincera con 60 Minutes, la estrella ganadora del Oscar reflexionó sobre la dura humillación corporal que sufrió al principio de su carrera, particularmente a raíz del éxito mundial de Titanic.
“Fue absolutamente espantoso”, dijo Winslet, ahora de 49 años, sobre el incesante escrutinio de los tabloides al que se enfrentó cuando tenía veinte años. El programa reprodujo imágenes de archivo de los comentaristas discutiendo abiertamente su talla de vestido después de que Titanic la convirtiera en un nombre conocido. “¿Qué clase de persona deben ser para hacerle algo así a una actriz joven que solo está tratando de entenderlo?”, preguntó, con la voz teñida de emoción.
Un momento de confrontación
Winslet contó un momento crucial cuando se enfrentó a uno de los periodistas que la habían criticado públicamente. “Les dejé tenerlo. “Le dije: ‘Espero que esto te persiga’”, compartió, llorando mientras recordaba el encuentro. “No fue solo por mí. Fue por todas esas personas que fueron sometidas a ese nivel de acoso”.
Persisten los dobles estándares
La batalla de Winslet con los estándares poco realistas ha persistido a lo largo de su carrera. Mientras filmaba su próxima película Lee, en la que interpreta a la modelo convertida en corresponsal de guerra Elizabeth “Lee” Miller, recibió consejos no solicitados sobre cómo presentar su cuerpo ante la cámara. “Uno del equipo se acercó entre tomas y dijo: ‘Quizás debas sentarte más derecha’. ¿Así que no puedes ver los rollitos de mi panza? ¡Ni en sueños!”, recordó Winslet.
La actriz se opuso a que la etiquetaran de “valiente” por mostrar signos naturales de envejecimiento o no usar maquillaje para un papel. “¿Les decimos a los hombres: ‘Oh, fuiste tan valiente para este papel. ¿Te dejaste crecer la barba?’ No. No lo hacemos. No es valiente. Es interpretar el papel”, dijo.
Aceptar la imperfección
Winslet ha dejado claro que no tiene ningún interés en adaptarse a la obsesión de Hollywood por la perfección. “Es mi vida lo que está en mi cara y eso importa. No se me ocurriría taparlo”, dijo a Harper’s Bazaar UK.
Aunque la industria todavía tiene un largo camino por recorrer, Winslet reconoció que se han logrado avances. Atribuye el movimiento #MeToo y una mayor solidaridad entre las mujeres a fomentar un cambio en la forma en que la sociedad habla sobre los cuerpos de las mujeres.
En 2021, Winslet reflexionó sobre la marcada diferencia entre ahora y finales de los años 90. “Era casi ridículo lo impactantes, lo críticos, lo directamente crueles que eran los periodistas sensacionalistas conmigo”, dijo a The Guardian. “Comentaban sobre mi talla, calculaban mi peso, publicaban la supuesta dieta que estaba haciendo. Era crítico y horrible y muy perturbador de leer. Pero… también me hizo sentir muy… muy conmovida. Por lo diferente que es ahora”.
Una pionera en autenticidad
La capacidad de Winslet para sobrellevar las críticas con gracia y autenticidad la ha convertido en una inspiración para mujeres de todo el mundo. A medida que continúa adoptando roles que desafían las convenciones, da ejemplo de resiliencia y de la importancia de mantenerse fiel a uno mismo frente a la adversidad.
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Crédito de la foto: lev radin / Shutterstock.com