Jennifer Lawrence ofreció recientemente una visión sobre la realización de su próxima película Die, My Love, compartiendo cómo su relación profesional con el coprotagonista Robert Pattinson influyó en las escenas íntimas en pantalla. La actriz explicó que, aunque pudo haber habido un coordinador de intimidad en el set, su presencia fue mínima porque se sentía naturalmente segura con Pattinson: “Me sentí muy segura con Rob”, comentó, señalando que su comportamiento nunca generó la incomodidad que muchos actores temen durante escenas sexuales.
Lawrence añadió que estar embarazada durante el rodaje le ayudó a desprenderse de preocupaciones estéticas y a aceptar la desnudez con más naturalidad. En lugar de proteger su cuerpo, lo abrazó tal como era, rechazando retoques y negándose a ocultar cualquier imperfección. El resultado es una interpretación centrada en la autenticidad en lugar de la apariencia.
Dirigida por Lynne Ramsay, Die, My Love narra el deterioro de un matrimonio ubicado en Montana, protagonizado por Lawrence como Grace y Pattinson como Jackson. La película combina tensión psicológica, humor oscuro y una fisicalidad cruda. En este contexto, la confianza entre actores resulta crucial, y según Lawrence, esa confianza ya existía. Atribuye en parte esa comodidad a las conversaciones abiertas que compartieron sobre sus vidas más allá del set.
El creciente énfasis de la industria en los coordinadores de intimidad responde a abusos pasados, pero las declaraciones de Lawrence subrayan que, incluso en películas con contenido explícito, la dinámica entre actores puede modificar la necesidad de estructuras formales. En este caso, la extrema comodidad redujo la dependencia de supervisión adicional. Aun así, sus comentarios plantean una cuestión más amplia: ¿debería la naturaleza opcional de estos roles trasladar la responsabilidad de seguridad a los actores, en lugar de mantenerla en sistemas de producción universales?
A medida que se acerca el estreno de Die, My Love, la historia detrás de cámaras se vuelve tan fascinante como la trama: un ejemplo de alto perfil sobre cómo la exposición física en pantalla está íntimamente ligada a la confianza, la autonomía y la evolución de las normas en la producción cinematográfica.