En un movimiento histórico que promete sacudir los cimientos de Hollywood, Netflix anunció un acuerdo de 72 mil millones de dólares para adquirir Warner Bros. Discovery, fusionando dos gigantes del entretenimiento en una operación que podría redefinir la era del streaming.
Si los reguladores lo aprueban, la adquisición unirá el alcance global y la supremacía de Netflix en el streaming con el legado cinematográfico de Warner Bros., incluyendo franquicias icónicas como Harry Potter, el universo DC y el contenido aclamado de HBO y HBO Max. Esta unión podría transformar de manera permanente el panorama del cine, la televisión y el consumo de contenido.
La operación se estructura como una combinación de efectivo y acciones, valorando a Warner en 27,75 dólares por acción y elevando el valor total de la transacción a 82,7 mil millones de dólares, incluyendo deudas. Es clave destacar que la compra incluye las divisiones cinematográfica y televisiva de Warner, pero excluye cadenas de cable como CNN y Discovery, que se reagruparán en una nueva entidad pública llamada Discovery Global.
Expertos de la industria anticipan una fuerte oposición regulatoria, especialmente por razones antimonopolio. Críticos, incluidos gremios de cine y asociaciones de cines, advierten que la fusión amenaza los estrenos en salas, los empleos creativos y la diversidad de contenidos. Cinema United, que representa más de 50.000 pantallas en el mundo, calificó la operación como una “amenaza sin precedentes”, mientras que el Sindicato de Guionistas de EE. UU. pidió bloquear la fusión.
Pese a las críticas, Netflix se muestra confiado y asegura que el acuerdo permitirá ofrecer más contenido de calidad y ampliar su presencia en cines mediante los compromisos ya adquiridos por Warner. El codirector ejecutivo de Netflix, Ted Sarandos, afirmó que la fusión es una oportunidad para contar historias más grandes y llegar más lejos, mientras que el CEO de Warner, David Zaslav, destacó el impacto cultural de combinar dos legados.
La operación llega después de que Warner Bros. Discovery decidiera separar sus negocios de cable a medida que los consumidores abandonan la televisión tradicional. En medio de una creciente guerra del streaming, el nuevo coloso podría mantenerse como dos plataformas independientes o integrarse en una sola, posiblemente reduciendo el costo para los usuarios que actualmente pagan múltiples suscripciones.
Paramount y Comcast también estuvieron en la puja, con Paramount dispuesto a adquirir toda la compañía, incluidos los canales de cable. Sin embargo, Warner eligió a Netflix, lo que prepara el terreno para una intensa batalla legal y política. Legisladores de ambos partidos ya han expresado preocupación por la consolidación del mercado y su impacto en la competencia, la creatividad y las economías locales.
Mientras Warner finaliza la separación de sus activos y Netflix espera la aprobación, una cosa es segura: esta fusión no es solo un negocio. Es un momento decisivo para el futuro del entretenimiento.