El gran éxito de Nicole Beharie en The Morning Show: de la furia de Roe a la redención pura

Cuando The Morning Show abordó la revocación del caso Roe vs. Wade en tiempo real, hizo más que responder a un ciclo de noticias: plantó la semilla de uno de los arcos personales más hirientes del programa. El último episodio de la cuarta temporada, “Amari”, profundiza en la esencia emocional de Chris Hunter (Nicole Beharie), revelando la trágica historia que impulsó su apasionado activismo en pantalla.

En el episodio, Chris es acusada públicamente de dopaje durante su carrera olímpica. Pero en lugar de esconderse, confiesa en directo que comenzó a usar esteroides tras la devastadora pérdida de su hijo nonato, Amari. En un monólogo que la propia Beharie admite que apenas puede ver, Chris describe cómo su cuerpo y su espíritu quedaron destrozados, y cómo usó potenciadores del rendimiento para salir de ese desastre. “Mi cuerpo simplemente desapareció”, dice.

Esta revelación arroja nueva luz sobre su arrebato de “Abortar la Corte” en el episodio de la tercera temporada, dedicado a Roe; un momento que antes parecía reaccionario ahora se percibe como profundamente personal.

Para Beharie, este arco argumental fue un reto y un regalo. “Es difícil de encarnar, pero un regalo como actriz”, afirma. La filmación se realizó con reacciones en vivo del elenco, lo que generó una energía visceral en el set. “Se sintió tan real como se podía sentir”.

La caída en desgracia de su personaje es recibida con empatía por quienes la rodean, incluyendo a su esposo Marcus y a la directora de la cadena, Mia, quienes le recuerdan a Chris que la honestidad conecta más que condena. Con resiliencia y apoyo, Chris podría convertir la tragedia en un legado.

Como señala Beharie, esta historia no se trata solo de la pérdida personal, sino que refleja las luchas más amplias que enfrentan las mujeres, especialmente las mujeres negras, en roles de alta presión. Ya sea compitiendo en los Juegos Olímpicos o presentando noticias, las cargas de la maternidad, el sacrificio y la fuerza permanecen en gran medida ignoradas. “No hay nada como una leona mamá osa”, dice con profunda reverencia.

Y aunque Chris haya tocado fondo, su historia está lejos de terminar. “¡Van a hacer lo que sea!”, dice Beharie entre risas, insinuando que Chris y su equipo están a punto de reconstruirse, más fuertes que nunca.