Nick Kurtz y Drake Baldwin han inscrito oficialmente sus nombres en los libros de historia del béisbol al ganar los premios al Novato del Año 2025 en la Liga Americana y la Liga Nacional, respectivamente, tras temporadas de debut repletas de potencia, madurez y talento puro.
Kurtz, un primera base imponente de los Atléticos de Oakland, tuvo una de las campañas de novato más dominantes en la historia reciente. Con 22 años, conectó 36 jonrones y acumuló un OPS de 1.002 en solo 117 juegos. Su temporada fue histórica y unánime: se convirtió en el primer novato en la historia de los A’s en conectar cuatro jonrones en un solo partido, el 25 de julio, en una actuación de seis hits y ocho carreras impulsadas que empató el récord de bases totales en un juego de Grandes Ligas (19).
Además de sus logros históricos, Kurtz impresionó con su poder hacia todos los campos, liderando las Mayores con 18 jonrones hacia la banda contraria. A pesar de perder tiempo por una lesión de cadera, su segunda mitad fue arrolladora, consolidando su lugar como el mejor debutante de la Liga Americana.
Del otro lado, Baldwin brilló con igual intensidad en la Liga Nacional. Inicialmente proyectado para comenzar el año en Triple-A, asumió el rol de receptor titular de los Bravos debido a una lesión de Sean Murphy. Aprovechó la oportunidad al máximo, bateando .274 con 19 cuadrangulares y liderando a todos los novatos de la NL con 3.1 WAR (fWAR).
Sus habilidades defensivas fueron igualmente destacadas, posicionándose entre los mejores bloqueadores de la liga y ganándose la confianza del cuerpo de lanzadores de Atlanta. Su madurez detrás del plato y su capacidad para producir ofensivamente mes tras mes hicieron de él una pieza clave.
Para las organizaciones, estos premios refuerzan años de buen desarrollo y scouting. Oakland encontró una piedra angular con Kurtz, mientras que Atlanta parece haber descubierto a su próximo gran receptor. Ambos jugadores no solo cumplieron las expectativas: las superaron con creces.
Ahora, con sus brillantes campañas inaugurales como carta de presentación, se preparan para un segundo acto cargado de expectativas. Pero si algo demostraron en 2025, es que no necesitan tiempo para adaptarse al nivel más alto. Llegaron listos. Y con ellos, el futuro del béisbol luce más emocionante que nunca.