Dos lanzadores de los Guardianes de Cleveland están en el centro de un escándalo federal por soborno que está sacudiendo las Grandes Ligas. Emmanuel Clase y Luis Ortiz han sido acusados de aceptar dinero de apostadores para manipular el resultado de sus lanzamientos, presuntamente alterando partidos para beneficiar apuestas específicas.
Según los fiscales federales, los dos lanzadores, originarios de la República Dominicana, recibieron miles de dólares a cambio de lanzar pelotas con una velocidad o ubicación específicas que favorecieran apuestas en vivo. El esquema habría generado más de $460,000 en ganancias ilegales para dos apostadores aún no identificados.
Ortiz fue arrestado en el Aeropuerto Internacional Logan de Boston y comparecerá ante un tribunal federal. Clase, por ahora, no está bajo custodia. Ambos enfrentan múltiples cargos de conspiración, incluyendo fraude electrónico, lavado de dinero y soborno deportivo, con penas potenciales de hasta 20 años de prisión.
Las acusaciones incluyen varios partidos entre 2023 y 2024, con ejemplos detallados de lanzamientos manipulados. En un caso, Clase se habría comunicado con un apostador minutos antes de un juego, después de lo cual los apostadores ganaron $11,000 gracias a un lanzamiento por debajo de cierta velocidad. Otros incidentes documentan lanzamientos iniciales que rebotaron antes de llegar al plato.
La MLB detectó irregularidades en las apuestas y notificó a las autoridades, cooperando plenamente con la investigación. Ambos jugadores han estado suspendidos con paga desde julio, cuando comenzó la pesquisa interna.
El abogado de Ortiz negó cualquier conducta indebida y aseguró que todas las transferencias de dinero fueron legales. El representante legal de Clase no ha emitido declaraciones.
Los Guardianes emitieron un breve comunicado confirmando su colaboración con la investigación.
Este caso surge en medio de un mayor escrutinio sobre el impacto de las apuestas legalizadas en el deporte profesional. Una reciente ola de arrestos ha involucrado a figuras de alto perfil en la NBA, mientras que varios jugadores de la MLB han sido suspendidos por actividades relacionadas con apuestas.
Con las autoridades federales intensificando su lucha contra el fraude deportivo, los cargos contra Clase y Ortiz reavivan preocupaciones sobre la integridad en el deporte y cómo restaurar la confianza del público en la competencia profesional.