Los Oscar se produjo ayer por la noche y aunque no hubo ganadores del mundo del deporte, que ha pasado antes. Vamos a tomar de nuevo a los años 1930 y los Troyanos de USC.
Cotton Warburton era un mariscal de 5’7, 145 libras para los troyanos que llegaría a convertirse en un miembro del Salón de la Fama de la universidad. Su trabajo con los troyanos era incuestionable, ya que fue nombrado All-American en 1932 y 1933. Tuvo un promedio de más de cuatro yardas por acarreo y lo más asombroso, ganó un Oscar por su trabajo con la película “Mary Poppins”.
Por extraño que parezca, Warburton no fue el único jugador de fútbol con talento que llegaría a tener éxito en la gran pantalla. Aaron Rosenberg era un All-American Guard para Warburton y los troyanos y pasaría a convertirse en un productor y ser nominada a un Oscar a la Mejor Película. Produjo la “Rebelión a bordo”, película que fue una de las muchas películas en las que trabajó. Rosenberg pasaría a ser llamado un Salón de la Fama de Fútbol de la universidad al igual que Warburton.
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