Los Cleveland Cavaliers llegaron al partido del domingo por la noche contra los Boston Celtics con preguntas sobre sus cabezas. Después de dos derrotas consecutivas ante los Atlanta Hawks, el entrenador Kenny Atkinson quería ver cómo respondería su equipo a la adversidad. Perdiendo por 14 puntos en el tercer cuarto, parecía que Cleveland podría sufrir una tercera derrota consecutiva, pero Donovan Mitchell tenía otros planes.
El base estrella de los Cavaliers realizó una obra maestra en la segunda mitad, anotando 30 de sus 38 puntos después del medio tiempo, incluidos 20 en el cuarto cuarto. Su heroica actuación impulsó a Cleveland a una victoria de 115-111 sobre los campeones defensores de la Conferencia Este, manteniendo a los Cavaliers en la cima de la clasificación de la NBA con un récord de 18-3.
Los actos heroicos de Mitchell en el centro de atención
La explosión del último cuarto de Mitchell incluyó tres triples consecutivos en un lapso de 93 segundos, borrando la ventaja de Boston y energizando a la multitud de Cleveland. Mitchell selló el partido con un pase decisivo en la zona de anotación cuando quedaba poco más de un minuto, lo que le dio a los Cavaliers una ventaja que no cederían.
Reflexionando sobre su mentalidad, Mitchell dijo: “En el tercer cuarto, lo sentí… cuando [Jayson Tatum] metió un tiro por encima de mí. Pensé: ‘Está empezando a ponerse en marcha… Es hora de irse’”. Su enfoque agresivo dio sus frutos, ya que Cleveland convirtió una situación desafiante en una victoria contundente.
Una historia de crecimiento y resiliencia
Esta victoria marcó un momento significativo de crecimiento para Cleveland. Mitchell destacó la respuesta del equipo a la adversidad, contrastando el esfuerzo del domingo con sus dificultades en la serie de playoffs de la temporada pasada contra Boston. “Podríamos haber dicho fácilmente: ‘Está bien, perdimos el balón, cosas diferentes, no pudimos detenerlo, la ofensiva se estancó’. Pero, ¿quiénes éramos cuando nos topamos con la adversidad? Y eso fue lo que fue esta noche”, dijo Mitchell.
El entrenador Atkinson elogió el liderazgo de Mitchell, destacando su capacidad para mantener la compostura incluso en los momentos difíciles. “Nunca se desanima ni se envanece demasiado. Simplemente dice: ‘Todos, cálmense, todo va a estar bien’”, dijo Atkinson.
Una apuesta defensiva que da sus frutos
Los Cavaliers también ajustaron su estrategia defensiva, cambiando a menudo a Darius Garland, de 1,85 metros, por Tatum, de 2,03 metros. Esto obligó a Boston a realizar jugadas de aislamiento e interrumpió su habitual ofensiva basada en el movimiento del balón. Si bien Tatum terminó con unos impresionantes 33 puntos, su tiro falló en el último cuarto, con solo 2 de 7.
Garland aceptó el desafío y declaró: “No soy un punk. Así que si todos quieren cambiar y tratar de sacarme de quicio y tratar de cazarme, está bien. Voy a aceptar el desafío”.
Mirando hacia el futuro
Los Cavaliers demostraron resiliencia y crecimiento en un partido que podría servir como modelo para futuras batallas en los playoffs. “Solo se ve el crecimiento”, dijo Mitchell. “Si continuamos creciendo y aprendiendo de estas cosas diferentes, de eso se trata realmente”.
Mientras Cleveland apunta a una posible revancha de postemporada con Boston, la emocionante remontada del domingo por la noche ofrece un vistazo de lo que este equipo joven y hambriento es capaz de lograr.
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