Del guión al escándalo: la demanda de 250 millones de dólares que sacude a Hollywood

Hollywood no es ajeno al drama, pero la última batalla legal entre la actriz Blake Lively y el director Justin Baldoni ha causado conmoción en la industria del entretenimiento. Lo que comenzó como una prometedora colaboración en la exitosa película de 2023 “It Ends With Us” se ha convertido en un amargo enfrentamiento judicial, con acusaciones de acoso, manipulación y difamación.

Las acusaciones que provocaron una tormenta de fuego
La disputa comenzó con un artículo del New York Times publicado en diciembre de 2024, que retrataba a Lively como víctima de acoso repetido por parte de Baldoni durante la producción. El artículo, basado en mensajes de texto y comunicaciones internas, pintaba un retrato de comportamiento inapropiado, incluidos casos en los que Baldoni supuestamente entró en el tráiler de Lively sin ser invitado mientras ella estaba amamantando.

El informe del Times también afirmó que Lively se enfrentó a una campaña de desprestigio en represalia cuando expresó sus preocupaciones. Sin embargo, Baldoni y su equipo contraatacaron, acusando al Times de tergiversación y difamación a través de “comunicaciones seleccionadas y alteradas”.

Baldoni contraataca con una demanda de 250 millones de dólares
El martes, Baldoni, junto con los productores Jamey Heath y Steve Sarowitz, y las publicistas Melissa Nathan y Jennifer Abel, presentaron una demanda por difamación de 250 millones de dólares contra el Times. Los demandantes alegan que el artículo se basó en pruebas manipuladas para impulsar una narrativa falsa, despojando a las conversaciones de un contexto crucial.

La demanda sostiene que el Times ignoró las pruebas que contradecían las afirmaciones de Lively y acusa a la publicación de fraude promisorio e incumplimiento del contrato implícito. El equipo legal de Baldoni también afirma que Lively y su marido, el actor Ryan Reynolds, presionaron a su agencia WME para que lo dejara de considerar cliente, dañando aún más su reputación.

Lively responde con una denuncia federal
Los abogados de Lively respondieron rápidamente con su propia denuncia federal presentada en Nueva York, acusando a Baldoni y sus asociados de represalias y de violar las leyes de seguridad en el lugar de trabajo.

“Desafortunadamente, la decisión de la Sra. Lively de hablar ha resultado en más represalias y ataques”, afirmó su equipo legal. Argumentan que la demanda de Baldoni es una campaña de desprestigio diseñada para intimidar a Lively y a otras personas que la apoyaron.

Una batalla por mensajes de texto y tácticas de relaciones públicas
En ambas demandas se encuentra el contenido de los mensajes de texto intercambiados entre Lively, Baldoni y otras personas involucradas en la producción.

La demanda de Baldoni destaca textos que parecen mostrar a Lively aprobando elecciones de vestuario descritas como “sexys” e iniciando conversaciones casuales, desafiando la descripción que el Times hace de ella como incómoda en el set.
Mientras tanto, el Times citó mensajes de los publicistas Nathan y Abel que supuestamente celebraban plantar historias negativas sobre Lively en los medios, una afirmación que descartan como bromas sarcásticas sacadas de contexto.
La demanda también cuestiona la narrativa del acoso sexual, alegando que un incidente, donde Baldoni le mostró a Lively un video de una mujer dando a luz, fue tergiversado. Baldoni sostiene que el video era una referencia no sexual a una escena de parto en la película.

El papel de los poderosos de Hollywood
Las demandas profundizan en la dinámica de poder de Hollywood en juego, y el equipo legal de Baldoni acusa a Lively y Reynolds de aprovechar su influencia para manipular las narrativas de los medios y presionar a las agencias para que dejen de apoyar a Baldoni.

Según la denuncia, el comportamiento “agresivo e inapropiado” de Reynolds durante las reuniones creó un ambiente de trabajo hostil, una afirmación negada por el equipo de Lively.

Las consecuencias de un éxito de taquilla
A pesar del drama detrás de escena, “It Ends With Us” resultó ser un éxito comercial, recaudando 351 millones de dólares a nivel mundial con un presupuesto de 25 millones de dólares. Sin embargo, las posibilidades de una secuela ahora parecen escasas en medio de las crecientes batallas legales y las relaciones agrias.

Si bien la reputación de Baldoni se ha visto afectada, Lively enfrenta sus propios desafíos, y los críticos cuestionan sus motivos y si sus afirmaciones fueron juegos de poder calculados en lugar de preocupaciones genuinas.

¿Qué viene después?
Es probable que ambas demandas den lugar a largas batallas legales que pondrán bajo la lupa la dinámica de poder, las prácticas de relaciones públicas y la ética periodística de la industria. Con acusaciones de manipulación, represalias y difamación que vuelan en ambas direcciones, el caso ya ha generado comparaciones con escándalos de alto perfil anteriores de Hollywood.

El New York Times se mantiene firme en su informe y promete defender enérgicamente su credibilidad en los tribunales. Mientras tanto, Baldoni y Lively se preparan para un proceso de descubrimiento que podría hacer que sus mensajes privados sean de dominio público, lo que podría redefinir las carreras de todos los involucrados.

Por ahora, Hollywood observa cómo se desarrolla esta saga judicial, lo que demuestra que el drama más atractivo no siempre está en la pantalla.


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