Corey Perry, el veterano de la NHL de 38 años, se disculpó públicamente tras la decisión de los Chicago Blackhawks de rescindir su contrato debido a un comportamiento “inapropiado e incorrecto”. En una sentida declaración, Perry expresó su remordimiento a la organización de los Blackhawks, sus compañeros de equipo, fanáticos y familiares por sus acciones que llevaron a este resultado.
La medida de los Blackhawks se produjo después de una investigación interna sobre un incidente que involucró a Perry y un empleado del equipo. Este incidente, ocurrido en Columbus, Ohio, violó las políticas del equipo que promueven ambientes de trabajo profesionales y seguros. En consecuencia, Perry recibió exenciones incondicionales.
Al reconocer su lucha con el alcohol, Perry se ha comprometido a buscar ayuda profesional. Declaró su intención de trabajar con expertos en salud mental y abuso de sustancias, enfatizando su determinación de garantizar que tales incidentes nunca vuelvan a ocurrir.
La situación desató rumores y especulaciones generalizados, particularmente en las redes sociales. Perry abordó directamente estos rumores, aclarando que ningún compañero de equipo ni sus familias estuvieron involucrados y expresando su angustia por el impacto adicional que sus acciones tuvieron en los demás.
La ilustre carrera de Perry incluye una victoria en la Copa Stanley y un Trofeo Hart, pero este incidente reciente ha marcado un revés significativo, dejándolo como agente libre sin restricciones y en una encrucijada en su vida profesional.
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