Cillian Murphy, conocido por sus convincentes actuaciones, compartió recientemente sus sinceras opiniones sobre que no toda su filmografía dio en el blanco, citando específicamente el thriller de 2005 ‘Red Eye’ como una película que no ha visto desde su estreno. A pesar de disfrutar el proceso y trabajar junto a Rachel McAdams, Murphy califica la película más como una “buena película B” que como una obra maestra cinematográfica. Su papel como antagonista encantador pero amenazante junto a McAdams mostró su capacidad para navegar la dualidad del carácter, un aspecto que inicialmente lo atrajo al proyecto.
El comentario retrospectivo de Murphy destaca su viaje de autocrítica y evolución como actor. Durante los primeros días, particularmente en la época en que se lanzó ‘Red Eye’, Murphy tuvo problemas para ver sus actuaciones y, a menudo, criticó demasiado su trabajo. Esta autorreflexión, compartida durante una entrevista con GQ, proporciona información sobre la mentalidad y el crecimiento del actor a lo largo de los años.
McAdams, al reflexionar sobre el tiempo que pasaron juntos, recuerda con cariño sus momentos fuera de cámara, enfatizando la amabilidad de Murphy, un atributo que ella cree que lo convierte en un villano eficaz en la pantalla. A pesar de las reservas de Murphy sobre su propia actuación en ‘Red Eye’, su dinámica en pantalla y la de McAdams siguen siendo un punto de discusión, lo que subraya la complejidad de la recepción de la película y la autopercepción del actor.
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Crédito de la foto: Tinseltown / Shutterstock.com