En un choque electrizante que mantuvo a los fanáticos al borde de sus asientos, los Cleveland Cavaliers triunfaron sobre los Dallas Mavericks con un marcador de 121-119, gracias a un asombroso toque de timbre de 59 pies de Max Strus. El partido, que se desarrolló en una tensa noche de martes, vio una batalla de balancín culminar en un momento de pura magia del baloncesto.
Con los Mavericks liderando por un punto y apenas quedaban unos segundos en el reloj, un percance que podría poner fin al juego se convirtió en una oportunidad cuando Luka Doncic logró retener la posesión a pesar de un pase desviado. El avance de Doncic atrajo a la defensa de los Cavaliers, dejando a P.J. Washington abierto para una bandeja de la ventaja. Sin embargo, la celebración de los Mavericks duró poco ya que Strus, aprovechando el momento a 2,6 segundos del final, lanzó un misil de largo alcance que aseguró una victoria inolvidable para los Cavaliers.
Este notable final culminó una recuperación de los Cavaliers en el último cuarto, quienes superaron un déficit de diez puntos a través de una ofensiva implacable, encabezada por la precisión de Strus. Strus terminó la noche con 21 puntos, y su precisión desde más allá del arco jugó un papel fundamental en la remontada.
El partido también contó con una actuación estelar de Doncic, quien deslumbró con 45 puntos, 14 asistencias y nueve rebotes, mostrando su innegable talento a pesar de la estrecha derrota de los Mavericks. El notable toque de timbre de Strus no solo aseguró una victoria para los Cavaliers, sino que también destacó su significativo impacto desde que se unió a Cleveland, marcando un momento destacado que será recordado en las próximas temporadas.
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