Mientras que los entrenadores en jefe en el fútbol universitario parecen ser la cara y el nombre de su equipo, a veces es allí el personal de entrenador asistente que hace que algunos equipos mejor que el resto. Esto es lo que creemos que son los tres primeros movimientos realizados durante la temporada baja:
Notre Dame y el entrenador en jefe Brian Kelly necesitan una renovación ofensiva después de ir 4-8 la temporada pasada y perder el primer cuarto de DeShone Kizer en el Draft de la NFL. Kelly entregará el juego que llama deberes al nuevo contrato Chip Long de Memphis. Grandes cambios serán hechos por el nuevo coordinador ofensivo del programa con la esperanza de una temporada de cambio para los irlandeses de lucha.
El ex coordinador ofensivo de Alabama, Lane Kiffin, llegó a dos partidos de campeonato nacional con dos mariscales de campo a partir de su primera temporada completa. La abrupta salida de Kiffin de Crimson Tide dio paso a Steve Sarkisian como coordinador ofensivo interino y trajo a casa otro título nacional con un quarterback de primer año. Éste no era el caso para Sarkisian pues la sola pérdida de Alabama la última estación estaba en el juego del título. ¿Sarkisian será capaz de cambiar este L a un W la próxima temporada?
Con Alabama haciendo el movimiento a Sarkisian en 2017 era imperativo que LSU consiguió éste derecho al decidir sobre su coordinador ofensivo. Creemos que lo hicieron con el alquiler de Matt Canada, el ex coordinador ofensivo de Pitt. LSU siempre ha luchado en el lado ofensivo de la pelota – especialmente durante la segunda mitad de la temporada. La ofensiva de Canadá en 2016 promedió 40.9 puntos por partido, una hazaña realmente impresionante.
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