Los Chicago Cubs se encuentran ante una temporada baja crucial en términos de construir una rotación capaz de sostener una carrera profunda en la postemporada. Las lesiones y la falta de profundidad expusieron vulnerabilidades en su cuerpo de lanzadores abridores durante los playoffs, y ahora la directiva enfrenta varias decisiones urgentes.
Cuando los Cubs avanzaron a la Serie Divisional de la Liga Nacional, su rotación ya estaba debilitada. El prospecto Cade Horton estaba fuera por lesión, Shota Imanaga no logró mantener consistencia, y los veteranos Matthew Boyd y Jameson Taillon cargaron con más responsabilidad de la ideal. El presidente Jed Hoyer reconoció abiertamente la necesidad de una mayor profundidad en el montículo.
La primera gran decisión gira en torno a Imanaga, quien pudo haberse quedado en Chicago bajo una opción de tres años por 57,75 millones de dólares, pero el equipo la rechazó, y el propio Imanaga optó por no ejercer su opción de jugador por un año y 15,25 millones, eligiendo en cambio explorar la agencia libre. Los Cubs ahora deben decidir si extenderle una oferta calificada (cercana a los 22 millones) para conservar derechos compensatorios si firma con otro equipo, o intentar renovarlo con un nuevo contrato.
Con la posible salida de Imanaga, la base de la rotación actualmente descansa en Boyd y Taillon, ambos bajo contrato hasta 2026, y en el veterano Rea (si los Cubs ejercen su opción de 6 millones). El zurdo Justin Steele, una vez All-Star y candidato al Cy Young, regresa de una cirugía en el codo izquierdo y sigue siendo una pieza importante, aunque su disponibilidad al inicio de la temporada aún es incierta. Detrás de ese núcleo, los brazos jóvenes como Horton, Assad, Brown y Wicks serán clave. También está en desarrollo el principal prospecto Jaxon Wiggins, clasificado en el puesto 67 de los 100 mejores de MLB Pipeline, y con proyección para llegar a las mayores en 2026.
La tercera pieza del rompecabezas es qué tan agresivamente buscará Chicago refuerzos externos. La oficina principal ya había explorado cambios en el mercado de lanzadores durante la fecha límite, pero se detuvo ante los altos precios. Entre los nombres destacados están Sandy Alcántara, Joe Ryan y MacKenzie Gore. En la agencia libre, los objetivos de alto nivel podrían incluir a Dylan Cease, Framber Valdez, Michael King, Ranger Suárez, Zac Gallen y Merrill Kelly. Si los Cubs compran agresivamente o apuestan por el desarrollo interno definirá su rumbo.
Mirando hacia 2026, los Cubs esperan convertir su buena posición en algo más sostenible. La profundidad, la consistencia y una estrategia clara en la rotación serán claves si quieren transformar su impulso de temporada regular en una presencia duradera en la postemporada. Con la rotación en transición, los próximos meses podrían ser tan decisivos como cualquiera en la historia reciente de la organización.
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