Miles Teller interpreta a los hermanos Scott en una remodelación política en SNL

El actor Miles Teller regresó como presentador del episodio de Saturday Night Live del 1 de noviembre de 2025, llevando su energía característica tanto al escenario como a la pantalla en un sketch destacado donde interpretó a ambos presentadores gemelos del programa de remodelación Property Brothers. En esta parodia, Teller dio vida a los hermanos Scott, contratados para la remodelación más ambiciosa de todas: transformar el Ala Este de la Casa Blanca para Donald y Melania Trump.

En escena, los personajes gemelos de Teller nos guían por la renovación: urnas doradas por toda la casa como reflejo del “fino gusto decorativo” de Trump, decoraciones de esqueletos y ramas para las navidades de Melania, y un gran salón de baile diseñado para bailar y permanecer en el poder. Trump (interpretado con precisión por James Austin Johnson) declara que el presupuesto es “entre 350 millones de dólares e infinito”, pregunta si se necesitan permisos y se ríe diciendo que podría construir el salón “con los huesos de mis enemigos”. La parodia fusiona con ingenio los clichés de los programas de reformas con sátira política, destacando los excesos y la ambición bajo la apariencia de una simple remodelación.

El sketch se inspira en rumores reales sobre la posible demolición del Ala Este de la Casa Blanca, generando titulares y debates públicos. SNL reflejó esa cobertura con una combinación de absurdo y crítica social. Aunque el episodio incluyó otros segmentos—como una apertura en la que Teller interpretó a Andrew Cuomo en un debate ficticio por la alcaldía de Nueva York—la parodia de la remodelación se destacó como lo mejor de la noche. Críticos elogiaron la actuación de Teller y la sátira de alto nivel, a pesar de que otras partes del episodio recibieron comentarios mixtos.

Con una sátira inteligente y un enfoque humorístico, Saturday Night Live abordó grandes temas bajo el disfraz de mejoras en el hogar. El resultado para los espectadores fue tan divertido como incisivo—transformando lo extraño de un supuesto salón de baile presidencial en una mordaz crítica sobre el poder, las remodelaciones y la permanencia cuando ya se debería haber marchado.