Los Texas Longhorns aún no han terminado. Después de una emocionante victoria por 39-31 en doble tiempo extra sobre Arizona State en el Chick-fil-A Peach Bowl, Texas selló su boleto a las semifinales del College Football Playoff. Ahora, se enfrentarán a Ohio State en el Goodyear Cotton Bowl con la esperanza de avanzar al juego por el campeonato nacional.
Colapso en el cuarto cuarto, heroísmo en el tiempo extra
Los Longhorns construyeron una ventaja imponente de 16 puntos, pero se encontraron luchando mientras Arizona State se recuperaba para forzar el tiempo extra. El mariscal de campo Quinn Ewers, que tuvo problemas al principio del juego, se negó a dejar que la temporada se le escapara.
Enfrentando un cuarto y 13 en el primer tiempo extra, Ewers hizo un audible para contrarrestar un blitz de Arizona State. Se conectó con Matthew Golden para un pase de touchdown de 28 yardas decisivo, manteniendo a Texas con vida.
En el segundo tiempo extra, Ewers golpeó de nuevo, esta vez con un pase láser al ala cerrada Gunnar Helm para otro touchdown. Una conversión exitosa de dos puntos puso a Texas arriba por ocho, dejando que la defensa sellara la victoria.
El momento de Mukuba: La defensa da el golpe de gracia
La defensa de Texas había sido llevada al límite después de 13 agotadores minutos en el campo en el tercer cuarto. El corredor de Arizona State, Cam Skattebo, los desgastó, empatando el juego hacia el final del tiempo reglamentario.
Pero cuando más importaba, el safety Andrew Mukuba estuvo a la altura de las circunstancias. Con Arizona State amenazando con empatar el juego en el segundo tiempo extra, Mukuba atrapó una intercepción que selló el juego en la línea de 10 yardas de Texas.
“Fue culpa mía”, dijo Mukuba después de la victoria. “Queríamos llegar a la siguiente ronda. Tenía que hacer esa jugada”.
El entrenador Sarkisian elogia el coraje y la dureza
El entrenador principal Steve Sarkisian enfatizó la resiliencia del equipo para superar la adversidad.
“Cuando estamos contra la pared y se necesita lo mejor de nosotros, lo mejor de nosotros aparece”, dijo Sarkisian. “Arreglaremos lo que sea necesario, pero nuestra dureza no necesita ser arreglada”.
Ewers se redime después de la decepción de los playoffs del año pasado
El College Football Playoff del año pasado terminó de manera desgarradora para Ewers, cuyo pase incompleto en el Sugar Bowl acabó con las esperanzas de título de Texas. Esta vez, cumplió en el momento decisivo, mostrando coraje y confianza en el tiempo extra.
“Sin duda se siente mucho mejor estar de este lado de las cosas”, dijo Ewers. “Con todos los cambios de impulso, nos mantuvimos confiados. La resiliencia de estos muchachos es increíble”.
Mirando hacia Ohio State
Los Longhorns ahora tienen la mira puesta en Ohio State, ingresando al Cotton Bowl como perdedores por cinco puntos. Con la redención en mente y el impulso de su lado, Texas espera regresar a Atlanta en 19 días para competir por un campeonato nacional.
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