Saquon Barkley hizo vibrar al SoFi Stadium el domingo por la noche con una actuación histórica en la victoria de los Philadelphia Eagles por 37-20 sobre Los Angeles Rams. Barkley llevó a los Eagles a la victoria con 302 yardas desde la línea de golpeo y dos impresionantes touchdowns terrestres, y reafirmó por qué está entre la élite de la NFL, lo que generó serias discusiones sobre el Jugador Más Valioso.
Una noche histórica en el campo
Barkley rompió los récords de los Eagles en un solo juego en cuanto a yardas terrestres (255) y yardas desde la línea de golpeo, consolidando su lugar en los libros de historia con la novena mayor cantidad de yardas terrestres en un juego de la NFL. Sus dos touchdowns, ambos explosivos de más de 70 yardas, resaltaron la combinación única de potencia y velocidad que ha llegado a definir su juego.
La hazaña lo coloca en un aire enrarecido: Barkley se convirtió en el duodécimo jugador en la historia de la liga en superar las 300 yardas de scrimmage en un juego, un hito que no se veía desde 2009.
“Es un tipo diferente de jugador”, dijo el linebacker novato de los Rams, Jared Verse. “Nunca he visto un corredor así”.
Escalando la escalera del MVP
Al comenzar el domingo, las probabilidades de Barkley de ser el MVP eran de un distante 60-1. Al final de la noche, esas probabilidades se habían disparado a +550, lo que lo deja empatado con el mariscal de campo de los Detroit Lions, Jared Goff, en el tercer puesto de las mejores probabilidades de ser el MVP. Solo Josh Allen de Buffalo (+135) y Lamar Jackson de Baltimore (+300) están por delante de él.
Las estadísticas de la temporada de Barkley alimentan aún más su caso de ser el MVP. Actualmente lidera la liga con 1,649 yardas desde la línea de golpeo y está en camino de alcanzar las 2,151 yardas terrestres, lo que establecería un nuevo récord de la NFL.
El entrenador en jefe de los Rams, Sean McVay, describió el desempeño de Barkley como de calibre MVP, y lo llamó “tan bueno como los demás” para navegar por los bordes cerrados y terminar las jugadas con autoridad.
Un nuevo comienzo en Filadelfia
Después de seis temporadas con los New York Giants, Barkley se unió a los Eagles este año con un contrato de tres años por $38 millones. Si bien hizo apariciones en el Pro Bowl con los Giants, nunca ha jugado detrás de una línea tan dominante como la de los Eagles.
Su traslado a Filadelfia fue estratégico, motivado por un deseo de “reescribir su historia”. Rodeado de jugadores destacados y una poderosa línea ofensiva, Barkley le da crédito a sus compañeros de equipo por hacer posible su éxito.
“Dios me ha estado bendiciendo mucho, muchísimo, para ser honesto”, dijo Barkley después del partido. “Venir aquí fue como un nuevo comienzo, una oportunidad de mostrarles a todos el tipo de jugador que estaba destinado a ser”.
El éxito del equipo es lo primero
A pesar de estar en el centro de las conversaciones sobre el MVP, Barkley sigue centrado en los objetivos del equipo. Dejó en claro que valora una victoria en el Super Bowl por encima de cualquier reconocimiento personal.
“Si me dijeran que puedo tener el año que estoy teniendo y ganar el MVP pero no el Super Bowl, o que puedo tener el año que estoy teniendo y no ganar el MVP o el Jugador Ofensivo del Año y ganar el Super Bowl, voy a elegir el [segundo]”, dijo.
¿Qué sigue para Barkley y los Eagles?
Con Barkley a la cabeza, los Eagles parecen estar preparados para una carrera profunda en la postemporada. Su equilibrio de jugadas explosivas y producción constante ha electrizado a la liga y le ha dado a Filadelfia una ventaja dinámica en la ofensiva.
Si continúa jugando a este nivel, Barkley podría convertirse en el primer corredor desde Adrian Peterson en 2012 en ganar el premio al Jugador Más Valioso, y acercar a los Eagles un paso más a la gloria del campeonato.
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