En un emocionante primer partido de la serie en el Citi Field el lunes por la noche, los Mets de Nueva York se recuperaron para vencer a los Piratas de Pittsburgh con un marcador final de 6-3. El juego presentó una serie de momentos cruciales que subrayaron la resiliencia y la destreza estratégica de los Mets.
El lanzador abridor Adrian Houser enfrentó desafíos iniciales, pero logró mantener a raya a los Piratas, mostrando una mejora significativa con respecto a su enfrentamiento anterior contra los Bravos. A pesar de permitir una base por bolas al abrir el juego que condujo a la primera carrera de Pittsburgh en la sexta entrada, la actuación de Houser preparó el escenario para la remontada de los Mets.
Los Piratas inicialmente ganaron impulso con un sencillo productor de Andrew McCutchen y agregaron dos carreras más, presionando al bullpen de los Mets. Sin embargo, la ofensiva de los Mets se encendió en las últimas entradas, con contribuciones fundamentales de Francisco Álvarez y Jeff McNeil, quienes ayudaron a nivelar el marcador.
El verdadero punto culminante vino de Harrison Bader, cuyo doblete de dos carreras en la octava entrada no sólo dio la ventaja a los Mets sino que también marcó un momento significativo en el juego, mostrando su papel crucial en la alineación del equipo. La actuación de Bader, junto con una salida exitosa del bullpen, incluyendo entradas en blanco de Brooks Raley y Adam Ottavino, allanaron el camino para que Edwin Díaz asegurara su cuarto salvamento de la temporada y el número 100 de su carrera con los Mets.
Esta victoria fue un testimonio del espíritu de lucha de los Mets y su capacidad para capitalizar momentos cruciales, estableciendo un tono optimista para el resto de la serie contra los Piratas.
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