El safety de los Denver Broncos, Kareem Jackson, conocido por su juego agresivo, enfrentó un desafío importante en su carrera cuando los Broncos lo liberaron luego de múltiples suspensiones y multas por un total de $89,670 por violaciones de rudeza innecesarias.
A pesar de iniciar 69 juegos en cinco temporadas con los Broncos, incluidos ocho este año, la reciente suspensión de cuatro juegos de Jackson, junto con una suspensión anterior de dos juegos, complicó su posición en el equipo. Aunque respetado como veterano y capitán defensivo, Jackson tuvo problemas con la disciplina en el campo, lo que provocó expulsiones y confiscaciones salariales sustanciales. Su futuro ahora está en juego, con una posible reasignación al equipo de práctica si aprueba las exenciones.
El entrenador Sean Payton y el gerente general George Paton han discutido la situación con Jackson, quien busca orientación más clara de la NFL sobre arbitraje de juego. Los desafíos de Jackson reflejan el debate actual sobre la seguridad de los jugadores versus una defensa agresiva en la NFL.
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