Oprah Winfrey, un ícono cultural, ha enfrentado el escrutinio público por su peso durante décadas. En una conversación sincera con PEOPLE, Winfrey, que cumplirá 70 años el próximo mes, reflexiona sobre su lucha personal contra el peso y su nuevo camino hacia la salud y la autoaceptación.
Al describir su viaje hacia el peso como un “deporte público”, Winfrey recuerda la hiriente cobertura mediática y admite haber interiorizado esta vergüenza. Un punto bajo notable fue cuando una revista la etiquetó como “Dumpy, Frumpy y Downright Lumpy”, lo que la llevó a aceptar la culpa por sus problemas de peso.
Sin embargo, la perspectiva de Oprah cambió después de una cirugía de rodilla en 2021, lo que catalizó el compromiso de realizar caminatas regulares y establecer nuevos objetivos de acondicionamiento físico. Esta transformación física, combinada con un horario de alimentación estructurado y el cumplimiento de los principios de WeightWatchers, marcó el comienzo de un viaje constante hacia la pérdida de peso.
El enfoque de Winfrey evolucionó aún más después de una mesa redonda, donde se dio cuenta de que la obesidad no es una cuestión de fuerza de voluntad sino una condición médica. Esta epifanía la llevó a adoptar los medicamentos para bajar de peso como una herramienta adicional, liberándola de las cadenas de la culpa y la vergüenza social.
Hoy en día, Oprah se erige como un faro de salud y autoaceptación, y considera que la asistencia médica no es una salida fácil sino un componente vital de su enfoque holístico del bienestar. Expresa su gratitud por los avances médicos que ayudan a controlar el peso y los ve como un regalo y no como una fuente de vergüenza. La historia de Winfrey es de resiliencia y empoderamiento, e inspira a otros a encontrar su camino hacia la salud y el amor propio.
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