La ofensiva de los Pittsburgh Steelers, bajo una nueva configuración de entrenador, rompió una barrera de larga data en su última victoria contra los Cincinnati Bengals. Con la dinámica carrera de 13 yardas de Najee Harris, los Steelers superaron las 400 yardas en un juego, una hazaña que no se había logrado en 58 juegos de temporada regular. Este resurgimiento condujo a una victoria por 16-10, lo que marcó un cambio significativo con respecto a sus luchas recientes.
Kenny Pickett, el mariscal de campo de los Steelers, destacó el potencial del equipo y expresó confianza en su capacidad para ofrecer tales actuaciones de manera constante. El juego fue testigo del mayor yardaje ofensivo desde 2018, lo que marcó una nueva era para el equipo que ocupaba el puesto 28 en yardas por juego antes de este crucial enfrentamiento de la AFC Norte.
El pívot Mason Cole reflexionó sobre la responsabilidad del equipo en el despido del ex coordinador ofensivo Matt Canada, enfatizando la determinación colectiva de rectificar su rumbo. Con Eddie Faulkner interviniendo en las operaciones diarias y Mike Sullivan dirigiendo las jugadas, la ofensiva experimentó un ritmo notablemente diferente y más efectivo.
A pesar de este éxito, el entrenador Mike Tomlin se mantiene cauteloso y reconoce la victoria como un paso adelante, pero no como una solución completa. El renovado enfoque de los Steelers en utilizar sus alas cerradas, particularmente Pat Freiermuth, contribuyó significativamente a su destreza ofensiva. Este juego, una mezcla de estrategia y trabajo en equipo, podría ser el comienzo de un nuevo y prometedor capítulo para la ofensiva de los Steelers.
—
Crédito de la foto: StacieStauffSmith Photos/Shutterstock.com