“Tengo muchas inseguridades profundas”, admite Megan Fox en una entrevista reciente. “Tengo dismorfia corporal”.
La estrella de Jennifer’s Body, de 35 años, niega que la belleza percibida de una persona equivalga a una abundancia de felicidad. “Podemos mirar a alguien y pensar, ‘Esa persona es tan hermosa. Su vida debe ser muy fácil ”, dice Fox. “Lo más probable es que no se sientan así consigo mismos”.
Coincidiendo con el Día Mundial de la Salud Mental el domingo pasado, la transparencia de Fox se suma a la creciente vulnerabilidad de las mujeres en Hollywood. Se sigue corriendo el telón sobre los efectos negativos que el hecho de estar en el centro de atención tiene sobre la salud mental y la imagen de sí mismas de las mujeres. Con suerte, estas historias fomentarán cambios importantes en la industria.
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